UNA DE LAS GRANDES ALEGRIAS
EL LEGENDARIO "LOCO" GATTI
De chico aguardaba que llegase el verano para poder ver los partidos de dichos torneos y de maravillarme con grandes jugadores.
La previa la hacia en el patio de la casa donde mi viejo me había armado un arco con red incluida de alambrado y allí era donde por las tardes despuntaba el vicio de la número 5, era claro después de la hora de la siesta porque esa hora era intocable porque los vecinos debían dormir la misma y era religioso como la siesta de los santiagueños.
Entonces recuerdo que era darle y darle al arco buscando diferentes combinaciones de palo y travesaño para hacer valor una puntuación diferente y esperar que llegase la hora 21 o 22 para prenderme al canal 7 de Neuquen en blanco y negro para poder ver el fútbol de verano.
Recuerdo aquellas tormentas de verano que uno rogaba que no se transformasen en eléctricas sino había que apagar el tele para evitar una posible quemadura del aparto único que había en casa.
Varios jugadores admiraba desde chico, pero sin lugar a dudas que esperar los partidos donde estaba HUGO ORLANDO GATTI eran otra cosa, tenían otro sabor, era deleitarme con sus locuras, con sus genialidades y de allí empezó a transformarse para mi en uno de mis ídolos de chico, mas allá que siempre fui, soy y seré de San Lorenzo de Almagro.
Verlo a Gatti con sus genialidades era algo maravilloso que me transportaba a otro mundo a otra esfera de la vida y tuve la suerte de verlo jugar en Agosto del 85 cuando Alianza le gano el amistoso 2-1 en el Coloso del Ruca Quimey donde solo jugo el primer tiempo.
Añoro aquellos años, Gatti era la alegría de mi infancia, la alegría de saber que clase de fútbol ya empezaba a gustarme y ni que habar cuando me compraban la revista ya desaparecida "GOLES" como asì también "EL GRAFICO" buscando algo de aquel ídolo que me transportaba a otro mundo por la genialidad de sus acciones demostrando que el arquero no era solo para estar bajo los tres palos sino que también podía innovar, claro esta, despùes con el paso del tiempo y con la profesión comprendì que no todos están para lo mismo entonces reafirme mi teoría de que hay quienes nacen desde el vientre de su madre tocados por la varita mágica y el "LOCO" a no dudarlo era uno de ellos.
De chico aguardaba que llegase el verano para poder ver los partidos de dichos torneos y de maravillarme con grandes jugadores.
La previa la hacia en el patio de la casa donde mi viejo me había armado un arco con red incluida de alambrado y allí era donde por las tardes despuntaba el vicio de la número 5, era claro después de la hora de la siesta porque esa hora era intocable porque los vecinos debían dormir la misma y era religioso como la siesta de los santiagueños.
Entonces recuerdo que era darle y darle al arco buscando diferentes combinaciones de palo y travesaño para hacer valor una puntuación diferente y esperar que llegase la hora 21 o 22 para prenderme al canal 7 de Neuquen en blanco y negro para poder ver el fútbol de verano.
Recuerdo aquellas tormentas de verano que uno rogaba que no se transformasen en eléctricas sino había que apagar el tele para evitar una posible quemadura del aparto único que había en casa.
Varios jugadores admiraba desde chico, pero sin lugar a dudas que esperar los partidos donde estaba HUGO ORLANDO GATTI eran otra cosa, tenían otro sabor, era deleitarme con sus locuras, con sus genialidades y de allí empezó a transformarse para mi en uno de mis ídolos de chico, mas allá que siempre fui, soy y seré de San Lorenzo de Almagro.
Verlo a Gatti con sus genialidades era algo maravilloso que me transportaba a otro mundo a otra esfera de la vida y tuve la suerte de verlo jugar en Agosto del 85 cuando Alianza le gano el amistoso 2-1 en el Coloso del Ruca Quimey donde solo jugo el primer tiempo.
Añoro aquellos años, Gatti era la alegría de mi infancia, la alegría de saber que clase de fútbol ya empezaba a gustarme y ni que habar cuando me compraban la revista ya desaparecida "GOLES" como asì también "EL GRAFICO" buscando algo de aquel ídolo que me transportaba a otro mundo por la genialidad de sus acciones demostrando que el arquero no era solo para estar bajo los tres palos sino que también podía innovar, claro esta, despùes con el paso del tiempo y con la profesión comprendì que no todos están para lo mismo entonces reafirme mi teoría de que hay quienes nacen desde el vientre de su madre tocados por la varita mágica y el "LOCO" a no dudarlo era uno de ellos.
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